Cada clase comienza con una secuencia de posturas de Hatha Yoga, muy suaves y aptas a cualquier persona que finalizan con una meditación sentada. Estas posturas desarrollan tu sensibilidad y tu toma de consciencia, reequilibran tu cuerpo y te preparan física y mentalmente para meditar por períodos largos (30 a 45 min.). Gracias a la quietud mental que se conquista en la meditación, podrás entrar en contacto con tu experiencia profunda y realizar asombrosos descubrimientos que, paso a paso, te abirán a la maravilla y a la gratitud por el hecho de existir.
Además de las clases regulares, después de algún tiempo de práctica puedes integrarte a las diferentes instancias de profundización que se realizan durante el año (ver el calendario de desayunos de práctica y retiros en la franja lateral).