Entrevista a Franco Bertossa
Maestro de Meditación y Fundador de ASIA
Entrevista realizada por Ivo Nardi publicada en www.Riflessioni.it
1) Normalmente las grandes preguntas sobre la existencia nacen en presencia del dolor, de la enfermedad, de la muerte y difícilmente en presencia de la felicidad que todos buscamos ¿Qué es para ti la felicidad? Hacer las pases con la nada, la cual a cada paso te lo puede quitar todo Contemplación del misterio del ser.
Quisiera agregar que es cierto que el sufrimiento induce las grandes preguntas, pero también las felicidades cotidianas, cuando están fundadas en estados y circunstancias que se viven sin consciencia, generan estas preguntas. Esto es precisamente lo que me pasó a mí… me faltaba el sentido del todo. Me faltaban los “¿desde dónde?”, “¿por qué?”, “¿hacia dónde?”. Ninguna felicidad mundana podía placarme, fueran afectos, éxitos académicos, deportivos, amores… me faltaba el sentido.
2) ¿Qué es para ti el amor?
Compartir la maravilla por el mero hecho de existir, en la consciencia que todos podemos sentirlo y que es nuestro fin último.
3) ¿Cómo explica la existencia del sufrimiento en cada una de sus formas? Las voces de la nada hace su trabajo. El Budismo llama a esto impermanencia o vacuidad. El profundo sentido del ser se revela por medio de la erosión, que realiza la nada, de lo que creemos y poseemos. Cada cosa y circunstancia se acaba.
La expectativa de que las cosas duren o tengan un estatus perenne genera inevitables e ineluctables frustraciones: nada dura, no está permitido aferrarse a nada, ni siquiera a uno mismo.
4) ¿Qué es para ti la muerte?
La muerte de los otros: el fin de la posibilidad de una respuesta de ellos, pero no el fin de la posibilidad de amarlos.
La muerte propia: gracias a 40 años de meditación, sé que es una ilusión. Es un estrecho pasadizo que, al fin y al cabo, ni siquiera conduce a lo ignoto, porque sé lo que significa “saber de ser” y sé que esa “consciencia” no puede ser agredida por la nada.
5) Sabemos que hemos nacido, sabemos que moriremos y que en este lapso de tiempo vivimos construyéndonos un camino, unos conscientemente y otros no, ¿cuáles son sus objetivos en la vida y que hace para concretarlos?
Mi objetivo primario ha sido entender si existe un depositario del sentido y del valor… en ese entonces lo llamaba Dios. La imposibilidad de tener la certeza de la existencia de Dios me generaba angustia.
Luego de años de una búsqueda intensa, incesante y extrema, en la primavera del 1980 viví u evento transformador. Entonces ya no sentí más la angustia, aunque no encontré a Dios.
Hoy soy feliz compartiéndolo con los que buscan lo que yo buscaba. Lo hago cada día en la institución donde trabajo, ASIA, por medio de meditaciones, filosofía ligada a la meditación y una disciplina marcial japonesa, el Aikido.
6) ¿Todos tenemos un proyecto existencial que cumplir?
Despertarnos al misterio del ser. Pero no lo cumplimos nosotros, sino que el ser a través de nosotros.
7) El bien, el mal, ¿cómo podemos reconocerlos?
En el plano del ser –es decir de lo que difiere respecto a la nada –somos todos iguales.
Mal para uno mismo: no darse cuenta del maravilloso misterio del ser. Mal para los otros: como consecuencia del olvido del ser, creer que no somos existencialmente iguales.
El bien es alcanzar la contemplación de los significados existenciales más profundos y compartirlos:
Esto lo encuentro en el Budismo: vacuidad y compasión – Shunyata e Karuna.
8) El hombre, desde su nacimiento hasta ahora siempre ha estado angustiado y aterrado por lo desconocido, en su ayuda llegaron las religiones y después, con la filosofía, la razón, ¿qué te ayudó a ti? Preguntar, dudar, empujar la investigación hasta el fondo sin miedo, ponerlo todo en crisis, permitirse estar suspendido en el vacío de la no respuesta. Como sostén, algunos caminos de búsqueda (Ramana Maharshi con su “¿Quién soy yo?”) y algunas figuras ejemplares que ya habían recorrido el mismo camino, ya sea en la filosofía o en la espiritualidad.
9) ¿Cuál es para ti el sentido de la vida?
Encontrar una correcta y justa relación con el hecho de ser. En la existencia nos encontramos arrojados, nadie eligió existir.
Aceptar la existencia es aceptar una arbitrariedad y, del mismo modo, rechazarla es aceptar una arbitrariedad.
El Budismo enseña el “Camino del Medio”. No es aceptación, no es rechazo, es vacuidad, Shunyata.
“Si viene, acógelo, si se va, no lo retengas”
Despertarse a los significados que hacen patente esto es para mi el sentido de mi existencia.